Rose
En la soledad de su taller, el artista moldeó con delicadeza la arcilla, sintiendo la fragilidad de la rosa que emergía entre sus dedos. Cada curva y pétalo representaban un suspiro de añoranza y amor perdido, reflejando sus propias emociones. Al darle vida, una mezcla de tristeza y esperanza lo invadió, como si la rosa hablara de un pasado entrelazado con su presente. Al final, quedó ante su obra, un símbolo tangible de su lucha interna y su deseo de renacer.
En la soledad de su taller, el artista moldeó con delicadeza la arcilla, sintiendo la fragilidad de la rosa que emergía entre sus dedos. Cada curva y pétalo representaban un suspiro de añoranza y amor perdido, reflejando sus propias emociones. Al darle vida, una mezcla de tristeza y esperanza lo invadió, como si la rosa hablara de un pasado entrelazado con su presente. Al final, quedó ante su obra, un símbolo tangible de su lucha interna y su deseo de renacer.
En la soledad de su taller, el artista moldeó con delicadeza la arcilla, sintiendo la fragilidad de la rosa que emergía entre sus dedos. Cada curva y pétalo representaban un suspiro de añoranza y amor perdido, reflejando sus propias emociones. Al darle vida, una mezcla de tristeza y esperanza lo invadió, como si la rosa hablara de un pasado entrelazado con su presente. Al final, quedó ante su obra, un símbolo tangible de su lucha interna y su deseo de renacer.